24 de febrero de 2010

Crónica de un viaje en metro...

El metro va lento, lleno sin importar la hora, y la gente mojada.UN CALDO DE OLORES Y SABORES, ACOMPAÑADO DE MÚSICAPor: Angie Pao! 17/febrero/2010
El regreso a casa después de un día ajetreado, frío, lluvioso y gris, es de las cosas que más disfruta la estudiante de comunicación, Angela.

Al finalizar la clase de taller, impartida por el profesor Gabriel Sosa, Angela se disponía a regresar a casa con toda tranquilidad y con el propósito de dormir un poco para recuperar energías, pero se llevó una gran sorpresa al salir del salón: estaba lloviendo, lo que implica tráfico a la hora que sea, montones de gente en el transporte.

Caminó a la puerta de salida bajo la llovizna que caía, haciendo que su cabello perdiera el alaciado que le llevó media hora en la mañana, afuera de la UAM, escuela donde estudia, en la parada, se encontraba un pecerin, el que la lleva al metro, se subió, pagó, se sentó y el transporte arrancó rumbo a Tasqueña.


El camino al metro fue algo aburrido, sacó sus audífonos de la mochila y los conectó a su celular para reproducir música, miraba por la ventana y se daba cuenta del tráfico que la lluvia causa. Parece ser que el agua les afecta a los conductores porque se alentan, se atontan, no saben qué hacer y provocan nudos en la circulación.


Llegando a Tasqueña, se baja del camión tratando de caminar lo más rápido posible para no mojarse, cuidando de que los camiones que salen de la base, no pasen por un charco provocando que una ola de agua “puerca” caiga sobre ella.


Dentro de la estación, pasa por los torniquetes y se dirige al andén a esperar a que el metro pase, voltea a mirar cómo las personas que la rodean hacen lo mismo, tratando de pararse por donde creen quedará la puerta para ocupar rápidamente un asiento. Es mucha la gente y todos vienen mojados, algunos un poco apestosos, otros solo están húmedos porque el paraguas los cubrió la cabeza.


Llega el metro, pitando como siempre para que la gente se ponga detrás de la línea amarilla, aunque no todos la respetan, se abren las puertas y las personas entran como toros desembocados para conseguir un asiento, a los que no les toca se quedan parados amontonados en las puertas, estorbando el paso de los pasajeros que subirán en otras estaciones.


Los olores que se deprenden de las ropas y cuerpos de cada ser que se encuentra dentro del vagón son una combinación muy peculiar, algunos huelen rico, un aroma a perfume o loción que agrada al olfato, pero que al mismo tiempo se combina con el pestilente olor a axilas sudadas de alguno que no usa o no se puso desodorante y las chamarras o suéteres que con la humedad del ambiente, desprenden ese olorcito de que estuvieron guardadas.


Cuando alguien se sube mojado, las personas que están húmedas tratan de hacerse a un lado, como si trataran de contagiarse de una enfermedad mortal, mientras que los que están mojados no les interesa si mojan o no al que está al lado de ellos.


Quien sabe de dónde sale tanta gente, pero el metro se llena como nunca, hay empujones, pisotones, molestias, caras de unos a otros.


De repente, un tipo vestido como reggeatonero se sube a vender un súper MP3 de música para fiestas, seguido de una señora vendiendo grageas de propoleo para el ardor de garganta o tos.


En las siguiente estación, se bajan, y suben otros, igual, vendiendo discos o chocolates, chicles, alegrías, agendas, lámparas mágicas que no necesitan pilas… un montón de cosas, parece mercado, y todos bajan en la estación siguiente para permitirles el paso a los que suben promocionando algo diferente.


Llega a la estación San Antonio Abad y se hace paso entre la multitud, como puede, llega a la puerta, espera que se abra y en cuanto pasa, da un salto hacia afuera dando un profundo suspiro como para desatontarse y camina a la salida.

22 de febrero de 2010

Entrevista de semblanza!!!

YA, YA, YA, YA… LLEGÓ LA BANDA… Y CON ELLA DIEGUITOPor: Angie Pao! 12/febrero/2010
Diego Delgado Castro es un estudiante de Comunicación Social de la UAM-Xochimilco, luchador incansable y amigo de todos, amante de los deportes, la escritura y la música.

Eligió estudiar Comunicación por el trabajo que en alguna ocasión hizo como cronista deportivo. Aunque no ha sido un mal estudiante, le gustaría cambiar su trayectoria académica, porque tuvo que recursar el cuarto trimestre de la carrera por problemas con el profesor de apellido Aréchiga, aunque no por este hecho ha dejado de gustarle la escuela, ya que considera que cuenta con una plantilla docente muy buena.

1997 es un año que sin duda marcó su vida, ya que tuvo que ser sometido a una cirugía a corazón abierto por tener tapada una arteria impidiendo que la sangre llegara a él. En estos momentos su salud ya está totalmente restablecida y puede dedicarse a practicar natación y básquet bol, que son sus deportes favoritos.

Después de la cirugía su vida “dio un giro total, porque no solo tenía el apoyo de mi familia, sino de mis compañeros y a la fecha sigo teniendo apoyo incondicional de los que me rodean, no me siento más pero si siento que la gente empezó a estar más al pendiente de mi”, dijo.


Por este problema de corazón, si no hubiera estudiado comunicación, se hubiera decidido por medicina.

Y así, aunque ha tenido momentos muy duros, algunos de sus sueños se han vuelto realidad, como le sucedió en el 2007 que tuvo oportunidad de conocer y convivir con uno de sus grupos favoritos, Timbiriche.


“Me defino como fresa, me gusta la música de los 80´s tanto en español como en inglés, tengo el gusto por la música de Michael Jackson por mi madre, y soy fan de Timbiriche”, confesó.

En tres palabras se describe como una persona ágil, brillante y sensual, aunque cree que su mayor defecto es la soberbia. En diez años se ve como un hombre que es la cabeza de su familia con una trayectoria en ascenso y siendo titular de una emisión radiofónica.


La escritura es una de sus pasiones, algunos de los escritores en lo que se inspira y lo motivan a hacerlo son: Horacio de Quiroga y Alfonso Lara Castilla, siendo “Vive” la obra favorita de este autor. “Si me dedicara a escribir, me iría por el género de terror”, comentó.

La relación con los compañeros del grupo en el que se encuentra tomando clases cree qu no es muy unida pero si de apoyo mutuo. “Ven en mi a un compañero que lucha por salir adelante…”.

“Me gustaría ser recordado como un hombre que siempre luchó por lo que quiso y que logró estudiar y desenvolverse en el medio que le gusta y también como un amigo que brindó su apoyo incondicional más que como un compañero”, respondió a nuestra última pregunta.


Con un agradecimiento de parte de todos los que lo entrevistamos y una sonrisa que brotó de sus labios, fue como terminó esta pequeña entrevista, donde pudimos conocer a una de las personas más enigmáticas e interesantes del grupo SF05C del sexto trimestre de Comunicación Social de la UAM-X.
¿QUÉ OPINAS ACERCA DE LAS BODAS GAYS?Por Angie Pao! 8/febrero/2010

Hoy en día, los temas relacionados con la sexualidad y sobre todo si se trata de homosexualidad son un boom en nuestra sociedad, quien está dispuesta a opinar acerca de lo que hay en torno a la aceptación o rechazo de las bodas entre parejas gay.
Recogimos la opinión de seis jóvenes de entre los 20 y 30 años, y se puede observar que no hay mucha diferencia entre las opiniones entre géneros, ya que la mayoría están a favor de las bodas entre gays, pero en contra de la adopción o el puedan llegar a tener hijos.

Uno de los entrevistados, David Gómez, dijo que parte de esta discriminación es la iglesia: “Pues me dan igual, considero que es una reverenda tontería hacerse la vida difícil por eso, si se quieren casar, pues que se casen, el único problema real es el clero el cual en realidad ha sido siempre el problema del progreso y el problema de la mayor parte de la humanidad, aunque en si yo estoy en contra del matrimonio, llamase por el civil o por la iglesia en cualquier sentido. Como dije una vez las bodas por el civil son solo una forma de hacer negocios con las relaciones interpersonales y las bodas por la iglesia, bueno, soy ateo así ¿qué te puedo decir?”

Los otros dos hombres entrevistados, se fueron por la línea de la libertad que debe haber entre personas con gustos por su mismo sexo: “Opino que es un avance en cuanto a los tabúes sociales pero no es bueno para la educación o ejemplo de los niños, así mismo la libertad es algo con lo que nacemos así como la diversidad entonces también tienen derecho los gays, aunque hasta en la heterosexual no creo que sea necesario un papel”, dijo Fernando Canales.

“Mi opinión es muy reservada la verdad, cada quien es libre de hacer con su sexualidad lo que le plazca, lo único que no me convence mucho es la adopción de estos matrimonios, pero si nos ponemos a ver que es normal, pues prefiero eso que a señoras que golpeen a sus hijos o los explotan, por lo menos ellos les darían una educación”, mencionó Daniel de la Torre.

En cuanto a las opiniones de las mujeres es de indiferencia sobre este tema, no los apoyan pero tampoco los discriminan, aunque al igual que dos de los hombres no están a favor de la adopción: “La verdad cada quien su bronca, no estoy a favor ni en contra, siempre y cuando no adopten a niños”, comentó Alma Alfaro

Jennifer Jurado nos dijo: “Opino que es totalmente indiferente la decisión que tengan de posicionar sus cuerpos de cualquier manera, aunque no creo que todos debamos respetarlos. Si me incomoda algo, decirlo, no deberíamos dejar que fuera indiferente para las autoridades y que regularan de una manera justa su lugar en la sociedad.”

Y con un poco de disgusto, la entrevistada tres declaró: “Pues que está bien que a lo mejor no son lo mejor para la sociedad pero definitivamente se está respetando la libertad de tomar decisiones como individuo y de cada quien y pues como digo es una forma de demostrar que existe "libertad" entre comillas, aunque en lo personal, no me gusta”

Entrevista informativa!!!

PARAMÉDICOS O POLICÍAS… DIFÍCIL “DECISIÓN”Por: Angie Pao 3/febrero/2010

José Antonio, quien por razones de seguridad no dio sus apellidos, es un paramédico urbano que tuvo que enfrentarse contra la maña en Michoacán y convertirse en paramédico táctico, formando parte de la Policía Federal Preventiva (PFP) en el mes de noviembre del año pasado.


“Trabajo para la PFP como paramédico, cargo sargenteo primero y la última comisión fue el combate contra el narco o la maña durante 40 días aproximadamente en diferentes regiones del estado de Michoacán, como Pueblo Nueva Italia, Uruapan, Apatzingán…”, dijo.

En aquel estado era paramédico táctico, el cual se dedicaba a atender a sus compañeros lesionados por armas de fuego, granadas, debía entrar por compañeros caídos, en choques o que se encontraban en vehículos prensados y trasladarlos a hospitales o aeropuertos.

A diferencia del paramédico urbano, quien atiende emergencias cuando ya se suscitaron, el táctico las vive en el momento y al momento se atienden viviendo en peligro constante.

Los riesgos que corren son iguales o mayores que cualquier policía federal, ya que no están capacitados para disparar armas, además de que están “protegidos” por sus compañeros, las ambulancias donde llevan a los heridos no son blindadas y deben estar atentos a todo lo que pasa a su alrededor.

En caso de estar en medio de un fuego cruzado “nos retirábamos de la ambulancia cargado botiquines ligeros y nos cubríamos tras vehículos llamados rinos que son tanquetas con blindaje número siete hasta que terminara el enfrentamiento.”, comentó.

Al ir rumbo a la sierra sufrieron de una emboscada, pero como iban apoyados por el ejército, los protegieron, “si no, no estaríamos vivos”.

Dentro de ésta organización, y siendo paramédicos tenían que cargar armas, y si era necesario, dispararlas para salvar su vida o la de alguno de sus compañeros.

Al ser cuestionado sobre si recibieron alguna capacitación de manejo de armas, confesó: “no, porque nos enseñan a que como paramédicos no debemos manejar ninguna arma y la ética y las normas internacionales dicen que una ambulancia o un médico no debe portar armas, pero en algún momento la necesidad nos lleva a aprender a usarlas, limpiarlas… las armas que usábamos eran las permitidas por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), nada más”.

Había un equipo de inteligencia y ellos hacían la labor de buscar, localizar, dar los puntos precisos, hacer lo operativos y cuando llegaba a los domicilios agarraban a todos lo que allí se encontraban y se comenzaban a hacer las averiguaciones, quedando los capturados a disposición del Ministerio Público Federal.

“No, desgraciadamente los mandos de la PFP actualmente son militares y ellos tienen la costumbre de que la gente no se debe hospedar porque va a combatir y por lo tanto estuvimos mucho tiempo en el aeropuerto de Apatzingán, que es árido totalmente y otra parte en la sierra sin algún tipo de comodidad”, nos respondió al preguntarle si contaban con alguna comodidad.

Contaban con parches o sectores los cuales dicen si pertenecían a alguna unidad, grupo especial, servicio médico… el de los paramédicos era una cruz roja. A pesar de este distintivo, nunca los respetaron, al contrario, los agredían, recibían amenazas verbales de muerte.

¿Sólo atendían a sus compañeros o también a los de la maña? “Inicialmente nos dijeron que solo atenderíamos a nuestros compañeros, pero los principios nos llevan a que tienes que atenderlos (a la maña) y cuando se solicitaba esta atención lo hacíamos como si fueran uno de nosotros (la PFP).

“Desgraciadamente, un compañero cayó durante esta lucha, lo mataron y no pudimos hacer nada, creo que es allí donde, muchas veces, dices para qué ser paramédico su no puedo ayudar a alguien con quien conviví”, confesó con los ojos llorosos y la voz entrecortada.


Su familia está en completo desacuerdo en que aceptara éste trabajo “pero yo no sabía a lo que iba exactamente, y su tuviera oportunidad de cambiar esto, lo cambiaría, porque como paramédicos nos forjan la idea de salvar vidas, no que quitarlas, y muchas veces allá somos policías y si no disparo, me van a disparar”, dijo.

Vemos que el ser paramédico dentro de una fuerte lucha contra el narcotráfico no es tarea fácil y muchas veces no puedes seguir con las normas y la ética que aprendes en la escuela, ya que si las sigues corres el riesgo de ser asesinado. Esta es la vida de uno de tantos paramédica que se encuentran a lado de policías, militar o marina que pelean por acabar con la maña, la corrupción y las injusticias que se viven en México.